Ficus pumila, planta de rápido crecimiento

El Ficus pumila es una interesante especie trepadora de la familia de las moras que resulta muy conveniente y acogedora para fines ornamentales. Entérate aquí de sus características, origen, cultivo, plantación, así como también del mejor clima, el tipo de abono más apropiado y las enfermedades y parásitos que la pueden atacar.

Características del Ficus pumila

El Ficus pumila es una planta enredadera trepadora de rápido crecimiento a la que se suele también llamar “Ficus rastrero”, “higo rastrero” o “moneda”. También se le refiere por su sinónimo botánico Ficus repens.

Forma parte del género Ficus y de la familia de las Moráceas, comúnmente llamada familia de las moras o de los higos. Es un género que incluye unas 800 especies entre árboles, arbustos y trepadoras, de las cuales algunas son perennes y otras son caducas.

Es muy conocida por ser del tipo que forma los llamados “muros verdes” o “paredes vegetales”, sobre las superficies próximas a la planta. De manera tal que el Ficus pumila puede crecer:

  • En la parte superior o a lo largo de un enrejado
  • En una cesta colgante
  • Como cobertura del suelo
  • Alrededor de los troncos de árboles y arbustos
  • Cubriendo un muro, una valla o cultivado en un topiario, que es la práctica de jardinería consistente en dar formas artísticas a las plantas mediante el recorte con tijeras de podar.

 Ficus pumila

El Ficus pumila crece a un ritmo rápido, pudiendo alcanzar una magnitud de hasta unos 6 a 8 metros de altura, plantado en tierra.

Aunque esta planta trepadora puede producir flores, las mismas rara vez se ven, especialmente si se cultiva en interiores o en climas más fríos.

Estas flores son blanquizas, casi imperceptibles, por lo que no tienen valor ornamental.

En las plantas maduras, los tallos más gruesos producen frutos difusos en forma de pera. Estos frutos suelen medir unos 5 cm de largo, pero al igual que las flores, pueden no aparecer cuando la planta se cultiva en interiores.

Son frutos de color anaranjados, lo cual le brinda una atrayente apariencia a la planta, sin embargo, no tienen buen sabor, por lo que no se aconseja su consumo.

Por otra lado, con el Ficus pumila se pueden hacer bonsáis.

Ficus pumila

Variedades populares

Existen diversas variedades y cultivares, que se diferencian principalmente por el tipo de hoja.

Varias de estas opciones se han convertido en plantas de interior muy populares para decorar las casas. Estas son:

  • Ficus rastrero o pumila.
  • Ficus pumila curly, que presenta un follaje rizado, en lugar del las hojas en forma de corazón u oblongas.
  • Ficus pumila quercifolia, que es la variedad de hoja de roble del Ficus rastrero.
  • Ficus pumila variegata, una versión variegada, o de diversos colores, perfecta para adornar cestas o macetas pequeñas.

 Ficus pumila

Planta versátil para el hogar y el paisaje

Al crecer en el exterior, se utiliza comúnmente para cubrir el suelo, como planta tapizante de jardines, o también en exhibiciones topiarias, así como también crecer en enrejados o muros cubriéndolos con su tupido follaje.

Son la opción apropiada para dar a fachadas y entradas a grandes espacios un agradable y fresco paisajismo.

Asimismo, puede crecer, como se dijo, en pequeñas cestas colgantes, y colocada en contenedores decorativos.

Se le concede, por lo tanto, una excelente valoración ornamental, pues proporciona un denso y brillante follaje como si fuera un cobertor perenne, ideal cuando se quiere tener las paredes, muros, límites o medianeras del jardín verdes todo el año.

Tan apreciado para decorar, que elegido para cubrir algunas paredes de edificaciones en el Magic Kingdom de Walt Disney World, así como en el Animal Kingdom, donde cubre muros de piedra o rocas.

Hojas

Las plantas jóvenes producen hojas pequeñas, sencillas, en forma de corazón y de color verde oscuro, que miden aproximadamente 3 cm de largo y, a medida que la planta madura y se engrosa, las hojas se empiezan a tornar verdes, más grandes y gruesas.

Ficus pumila

Finalmente, las hojas pueden llegar hasta medir unos diez centímetros de largo y tener una forma más bien oblonga.

Origen

La moneda o Ficus pumila es un arbusto rastrero originario del este de Asia, específicamente de Japón, China y Vietnam.

Es muy apreciada por cubrir completamente de verde grandes extensiones con una gran facilidad al sujetarse a paredes y muros sin necesidad de ayuda.

Cultivo del Ficus pumila

Para cultivar esta planta se debe tener en cuenta el método de multiplicación.

Por un lado, está la reproducción mediante su semilla, la cual se obtiene de su fruto que se asemeja a una pera o higo, la cual es sembrada en los suelos apropiados.

Ficus pumila

Pero la forma más común de multiplicación es mediante los esquejes y acodos, que en botánica son la técnica empleada para reproducir  plantas de manera asexual, partiendo de una rama de la madre que aún no haya sido extraída de la misma, en la cual se produce el brote de las nuevas raíces.

Para esta multiplicación, basta con cortar los tallos a principios de la primavera. Se ponen los esquejes en una maceta con tierra normal.

Es recomendable sumergir los esquejes en una hormona de enraizamiento para un buen comienzo y mejor desarrollo de la planta.

Se coloca la maceta en un lugar con alta humedad y temperaturas cálidas. Debe recibir mucha luz solar, pero no luz solar directa por la tarde.

Cuando la trepadora de hoja de roble empiece a crecer, se trasplanta al terreno en el que se desarrollará de manera definitiva.

Durante su crecimiento los tallos nuevos comienzan a generar pequeñas raíces en forma de araña, que son las que facilitan su agarre a los muros, inclusive a los tallos de otras plantas y árboles, proporcionándole a la planta los nutrientes y humedad disponibles en el medio ambiente.

Plantación

El Ficus pumila es una opción viable durante todo el año en lugares cuya zona de rusticidad sea de nivel 8 o superior, de acuerdo con la nomenclatura del Departamento de Agricultura de los EE. UU. o USDA, por sus siglas en inglés.

No obstante, independientemente del sitio, el componente más importante a tener con esta planta es su fase de plantación, ya que de ello depende el óptimo desarrollo de las misma.

Obviamente, el primer paso a considerar cuando se planta un Ficus pumila es el elegir el muro o pared, edificio o espacio que se quiere cubrir con la planta.

Si se elige una superficie sólida, como una pared, debe estar libre de grietas y ser de piedra, ladrillo u hormigón, ya que si se selecciona una superficie de madera, la planta provocará la putrefacción de la misma o arrancará el revestimiento de aluminio, si es una superficie metálica, a medida que va creciendo.

La pared en cuestión no debe estar expuesta totalmente a la luz solar directa, ya que, al igual que muchas plantas de interior, esta luz hace que las hojas se quemen y tornen amarillentas.

Ficus pumila

Cuando se planta esta especie de Ficus, es importante asegurarse de plantar también un soporte de alambre para “entrenar” las enredaderas y guiarlas hacia la pared. Suele ser una buena idea reforzar el cableado más arriba en la pared para dar a la planta un soporte más sólido.

Ahora bien, algunos aspectos relevantes a considerar para un óptimo desarrollo de la planta son:

Luz

Es una planta de crecimiento en sombra parcial o de pleno sol, por lo que se sugiere colocarla en un lugar bien iluminado donde pueda recibir luz solar por más de medio día o más.

Sin embargo, si se mantiene por mucho tiempo en lugares de sombra, esto puede dar lugar a la pérdida de sus hojas, por lo que la sombra completa no es la mejor opción para esta planta en espacios interiores.

En dichos espacios, la planta debe tener acceso a la luz solar indirecta, pero evitando sobre todo el sol directo de la tarde.

Puede tolerar más extremos cuando se adapta a la temperatura. Aunque es una especie que prefiere los climas más cálidos y puede cultivarse en regiones más frías.

Sin embargo, en regiones que están por debajo del punto de congelación, lo más conveniente es mantener la planta en espacios interiores.

Ficus pumila

Agua

Esta planta no necesita de mucha agua, por lo que es fácil de cultivar.

Lo más recomendable es regarla una o dos veces a la semana. Durante el verano, debe regarse con más regularidad, pero evitando el riego excesivo.

Se debe dejar que el suelo del jardín se seque casi por completo antes de volver a regarlo.

Suelo

Esta planta se puede cultivar en cualquier suelo de jardín que ofrezca un buen drenaje.

Si se siembra en una maceta, se debe tener en cuenta el uso de una mezcla de tierra con la propiedad de drenar los excesos de agua.

Se debe, asimismo, considerar que, al ser una enredadera trepadora, se va a expandir sobre cualquier superficie que esté cerca, por lo que hay que cerciorarse muy bien del lugar antes de plantarla.

Como se ha mencionado, es una gran opción para las espalderas o enrejados del jardín, o las cestas colgantes. Se suele también cultivar cerca de los bordes del jardín, permitiéndole trepar por las rocas u otros objetos.

Ficus pumila

Trasplantar o replantar es fácil. Sin embargo, es mejor realizar estas tareas al principio de la primavera, cuando la planta despierta de su letargo invernal.

¿Cómo evitar que la pumila crezca “fuera de control”?

En cuanto a su crecimiento, hay que tener mucho cuidado, porque sus ramificaciones pueden invadir zonas no deseadas y sus tallos se van adhiriendo a las paredes cercanas con sus pequeñas raíces.

Esto hace que, al tratar de retirarlo, el tallo se desprenderá de ellas, pero las raíces van a quedar pegadas a la superficie.

Y si no se controla su crecimiento, sus nuevos tallos no se pegarán a la pared, provocando que éstos cuelguen y hasta se desprendan.

Por otra parte, el Ficus pumila puede superar fácilmente a otras plantas del jardín, por lo que se requiere de una poda regular, que ayudará a mantener la planta dentro de límites apropiados.

De manera que efectuar podas constantes es lo más recomendable, teniendo cuidado al hacerlo, ya que de la moneda brota un líquido que mancha la ropa y ocasiona en algunos casos irritaciones en la piel.

La poda ocasional, tanto si se cultiva en interior como en exterior, evita que la enredadera crezca de forma descontrolada, aparte de que recortarla no la dañará.

Cuidado del Ficus rastrero

En cuanto al mantenimiento normal de la planta, atender las necesidades de este género de Ficus es relativamente fácil. No son inconstantes como un Ficus típico, en parte porque su entorno va a ser consistentemente estable durante toda su vida. Lo más probable es que no se vaya a mover esta planta de una pared a otra.

No obstante, si se desea quitar, se deberá ejercer cierta fuerza, ya que las raíces poseen propiedades similares a las de las ventosas, lo que la hacen extremadamente difícil de despegar.

E incluso se tendrá que lidiar con las enredaderas rezagadas residuales que resultan difíciles de remover. También es posible que se hayan producido a daños en la superficie a la que se han adherido.

De manera tal, que el principal objetivo del mantenimiento del Ficus pumila es mantenerlo bajo control. Aunque tarda un par de años en cubrir una pared media, puede ser una planta rebelde si no se controla. Por lo tanto, la poda es un componente esencial para mantener su buen aspecto.

De hecho, parte de la necesidad de la poda proviene de la naturaleza estética de la propia planta. Mientras que las hojas juveniles de la planta son de color verde brillante, con el tiempo éstas se van tornando oscuras y opacas a medida que maduran. Estas hojas suelen corresponderse con vides que deciden sobresalir horizontalmente.

Si se quiere que una higuera rastrera mantenga la mejor apariencia, se debe podar las ramas rebeldes y sus hojas oscuras y maduras. Si tu planta cubre una pared alta, no ignores las enredaderas que sobresalen porque están fuera de tu alcance. Se debe volver el Ficus pumila para lograr obtener la expansión de este Figus rastrero.

Si hay preocupación que tu higuera rastrera se vuelva demasiado rebelde, el suelo en el que está plantada puede ser tu mejor aliado. Cuanto más fértil sea el suelo, más rápido crecerá esta planta. Por lo tanto, si el suelo en el que se plantan las vides es seco y menos fértil, no crecerán tan rápidamente.

Clima

Esta especie es sensible a las heladas. De allí que se recomienda, por tal motivo, su cultivo en zonas cuya rusticidad esté entre 9 y 11.

Esto significa que crece mejor en regiones cálidas, pero que en dicha zona de rusticidad puede tolerar algunas temperaturas frías.

Abono

El fertilizante o abono para este tipo de planta deberá ser rico en nitrógeno, tal como sulfato de amonio o el triple 17. Inclusive, actualmente existe una gran variedad de fertilizantes para plantas verdes.

Se recomienda su aplicación cada tres meses.

Enfermedades y parásitos

La moneda es una planta muy resistente, que raras veces llega a presentar algún tipo de plaga, pero las más comunes en su caso pueden ser el pulgón, la araña roja, las cochinillas y los ácaros.

Estas plagas son molestias comunes para una gran variedad de plantas en el interior y en el exterior.

Aun cuando ellas no constituyen problemas graves de enfermedades ni de insectos, la presencia de estos parásitos pueden estar ocasionados principalmente al exceso de humedad.

Otro problema es la pérdida o falta de hojas, lo cual se debe a la falta de luz solar. Un problema que hay que tener en cuenta es la exposición a la savia lechosa que producen los tallos de la planta y que afecta la piel del que manipule la planta.

Esta sustancia puede provocar una inflamación de la piel, que puede ser grave para algunas personas.

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