Cultivo de frutillas, todo lo que necesitas saber

El cultivo de frutillas nos permite disfrutar de un fruto delicioso y de una planta con tantas propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Conoce las características y origen de esta planta y su fruto, así como su plantación, el clima apropiado para su adecuado desarrollo, el abono requerido, cómo cosecharla y qué enfermedades y parásitos la pueden afectar. Entérate y sabrás como aprovechar sus beneficios y deleitarte con su exquisito sabor.

Cultivo de frutillas

Características de las frutillas

La frutilla es una fruta que, dependiendo de la región, tiene diversas denominaciones. Así es posible que se refieran a ella como fresón, fresa o fragaria.

Se trata del fruto comestible muy jugoso de las plantas del género de la subfamilia Rosoideae dentro de la familia de las rosas (Rosaceae).

Posee un intenso color rojo, un delicado dulce sabor y una aromática fragancia, que le han valido ser considerada todo un icono gastronómico.

El nombre genérico de esta planta, Fragaria, se deriva del latín fragum, que significa “fragante” por el aroma de la fruta.

Este género Fragaria incluye una veintena de especies, que se encuentran sobre todo en las zonas templadas, y varias subespecies. Además, existen muchas formas híbridas creadas que han dado lugar a numerosas variedades, siguiendo el apropiado método de cultivo de frutillas.

Las fresas han desempeñado un papel importante en la alimentación humana desde al menos la Edad de Piedra.

Cultivo de frutillas

Así, podemos señalar que las fresas silvestres europeas (Fragaria vesca) se cultivaron a gran escala durante la Edad Media.

En los siglos XVII y XVIII, respectivamente, llegaron a Europa las dos especies americanas de frutos grandes y octoploides; esto es que poseen ocho copias enteras del genoma existente, el llamado antepasado de todas las fresas.

Estas dos especies fueron: la fresa escarlata (Fragaria virginiana) y la fresa de Chile (Fragaria chiloensis).

Ahora bien, la forma original de la fresa hortícola (Fragaria × ananassa), de la que descienden la mayoría de las variedades cultivadas en la actualidad, se creó en Bretaña hacia 1750, siguiendo el debido cultivo de frutillas.

Beneficios de las frutillas

Los beneficios para la salud de las fresas son legendarios. Esta pequeña y simpática fruta es una superpotencia antioxidante, abundante en vitamina C, que refuerza el sistema inmune, y es un nutriente importante para la salud ocular, siendo considerado todo un superalimento.

Al realizar un cultivo de frutillas apropiado y teniendo en cuenta las exigencias de esta delicada planta, se produce su maravillosa y deliciosa fruta, que ofrece muchos beneficios al organismo humano, de las cuales podemos destacar los siguientes:

  • Constituye un excelente anticoagulante, que resulta muy útil en la formación de glóbulos rojos y blancos.
  • Aporta fibras a la dieta, lo que redunda en un mejor control del tránsito intestinal evitando así la constipación o estreñimiento.
  • Ayuda a depurar la sangre, a limpiar el aparato digestivo y en la prevención de caries, gracias a su componente de xilitol.
  • Favorece la eliminación del ácido úrico del organismo, en virtud de la gran la cantidad de ácido salicílico que contiene, previniendo así muchos problemas de salud, incluida la gota.
  • Mejora el estado de ánimo por su contenido de vitamina B1, conocida como la vitamina del buen humor, ayudando al funcionamiento del sistema nervioso y a mantener una buena salud mental.
  • Ayuda a regular el sistema nervioso por el contenido de fósforo de la fresa, el cual es un mineral que actúa sobre el correcto funcionamiento de sistema nervioso.
  • Ayuda al buen funcionamiento de la tiroides en vista de su contenido de yodo y magnesio.
  • Es dietética por sus bajos niveles de calorías en relación con la saciedad que generan por su contenido fibroso.
  • Es antioxidante, ya que contiene betacaroteno, que es el precursor de la vitamina A y tiene más vitamina C que las naranjas. Su capacidad antioxidante es debido a la presencia de ácido ascórbico (orgánico y antioxidante), ácido elágico (polifenol), etcétera.
  • Permite regular el colesterol y la diabetes, ya que contiene cierta cantidad de omega-3, un nutriente esencial que solo ingresa en el organismo a través del alimento.
  • Es muy baja en azúcar, así que, sumado a su omega-3 y otros nutrientes, es buena opción de postre para las personas con diabetes.
  • Recomendada para problemas de presión, por su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, por lo que resultan perfectas para personas que padecen hipertensión arterial o problemas del corazón.
  • Previene resfriados y la anemia, pues posee mayor concentración de vitamina C por cada 100 grs. Esta vitamina es muy importante para la salud, sobre todo para mejorar nuestras defensas y prevenir enfermedades virales como los resfriados.
  • Además, esta vitamina colabora con la absorción del hierro en la sangre, por lo que también previene la anemia.

Origen

Resulta difícil establecer el origen de la frutilla en vista de que se han encontrado especies endémicas en muchos lugares en los distintos continentes, tal como en las regiones andinas, Australia, Medio Oriente y África.

La frutilla más conocida en la actualidad desciende de la especie chilena Fragaria chiloensis antes mencionada.

En el año 1714 el explorador francés Amadée Francois Frézier, fue enviado a América por el rey francés Luis XIV para indagar información sobre las riquezas naturales de la región, que podrían ser aprovechadas en Francia. Por ello, realizó un viaje recorriendo las costas de Perú y Chile.

En dicho viaje se encontró con una planta que los nativos llamaban quellghen o kellén, y que habían estado cultivando durante unos mil años. Se trataba de un primitivo cultivo de frutillas.

Dicha fruta era de hojas redondeadas y peludas con frutos tan grandes como una nuez y a veces como un huevo de gallina, de color rojo intenso y sabor dulce.

Al retornar a Francia se trajo cinco de estas plantas con el fin de implantar allí el cultivo de frutillas, pero como eran femeninas, no se logró fructificarlas, razón por la cual hubo de unirla a otra especie.

De hecho, eso fue lo que se hizo y de allí surgió la conocida frutilla comercial que se ha denominado Fragaria x ananassa, que significa “frutilla piña”, la cual es el resultado de la hibridación entre dos especies diferentes: la Fragaria virginiana y la Fragaria chiloensis, de allí la “x” en su nombre, que denota que se trata de un híbrido.

Esta especie híbrida muy pronto se popularizó por todo el territorio europeo. Para este tipo de especies, también se requiere efectuar el debido cultivo de frutillas.

Cultivo de frutillas

Para el cultivo de frutillas hay que tener muchos factores en cuenta, ya que se trata de proceso complejo y la frutilla o fresa es una especie exigente. que amerita de ciertas condiciones y cuidados para desarrollarse debidamente.

Cultivo de frutillas

Indicaciones para el cultivo de frutillas

Se presentan a continuación algunas indicaciones a tomar en consideración a fin de poder llevar a cabo un exitoso proceso de cultivo de frutillas.

  • Se debe sembrar las fresas en primavera u otoño según la zona de cultivo. Se sugiere sembrarlas siguiendo los sistemas de cultivo de jardines enterrados, camas elevadas o cultivo con surcos elevados, y contenedores, que son excelentes áreas de cultivo.
  • Es importante dejar que las fresas tengan espacio para producir los estolones, que darán origen a otras plantas, por lo que se debe plantar la frutilla con una separación de 18 pulgadas.
  • Las fresas se pueden cultivar de diversas maneras, pero asegurándose de que reciban 8 o más horas de sol y de que se plantan en un suelo ligeramente ácido con un pH de 5.7 a 6.5.
  • Mezclar en el suelo en el que se va a plantar varios centímetros de compost envejecido, que es un fertilizante compuesto de residuos orgánicos, u otra materia orgánica.
  • Considerar la posibilidad de utilizar una mezcla para macetas de alta calidad para el cultivo en contenedores.
  • Proporcionar a las plantas de 2 a 3 cm de agua semanalmente, y evitar mojar las hojas.
  • Promover una excelente producción de fruta manteniendo las plantas alimentadas con un fertilizante de liberación continua.
  • Para un buen cultivo de frutillas, se recogen las fresas maduras en el fresco de la mañana y se refrigeran enseguida.

Cultivo de frutillas

Plantación 

En el cultivo de frutillas, en principio, la planta no debe estar sometida a mucho frío ni a demasiada humedad, pero los frutos necesitan lluvia y la tierra debe estar suelta. Para el agricultor, esto significa que todas las medidas de cultivo deben llevarse a cabo con gran sensibilidad.

Para la plantación de esta planta se debe seleccionar una variedad de fruta de buena calidad de fruta; es decir que tenga buen tamaño, buen sabor y firmeza, características claves para el momento de la recolección y cosecha.

Adicionalmente, se debe elegir una variedad que tenga una producción constante una vez que se inicia la recolección del cultivo y que además tenga tolerancia o resistencia a ciertas enfermedades. Ello redundará en que sea bien recibida en los canales de comercialización una vez se ha finalizado con el cultivo de frutillas.

Un factor importante a tener en cuenta es el suelo. Se requieren suelos ligeramente ácidos con pH entre 5.7 y 6.5, tal como se indicó antes, que sean franco arenosos, aireados y sueltos.

Asimismo, se debe considerar, en el cultivo de frutillas, que un 89% de contenido de agua en la fresa hacen de ella una fruta muy exigente en el tema de agua.

Así, alrededor de 4.000 a 6.000 m3 se consumen por hectárea, según lo que se reporta en la literatura. Esta cantidad de agua se registra en los primeros 15 a 30 cm de profundidad del suelo con una humedad alrededor del 70 al 80%.

Al momento de la siembra se debe ubicar la corona de la planta ligeramente a nivel de la superficie del suelo con la finalidad de prevenir que se detenga el crecimiento y evitar pudriciones en la raíz.

En ocasiones se requerirá, para obtener un buen cultivo de frutillas, efectuar una desinfección del suelo a fin de controlar la Phytophthora, que es un género de hongos que ocasiona enfermedades en las plantas.

Se debe realizar tres podas al cultivo:

  1. La poda de formación al plantar para dar vigor al cultivo y estimular nueva raíz.
  2. La poda para estimular la floración y estolones secundarios, que son los tallos rastreros largos y delgados, que son una prolongación del tallo principal, y que pueden dar origen a nuevas plantas.
  3. La poda de mantenimiento con el fin de dar aireación al cultivo, estimular nuevas flores y nuevos frutos, pero también para disminuir las enfermedades de la planta.

Cultivo de frutillas

Clima

El crecimiento de la fruta depende del clima y del suelo. Se requiere, por ello, que las condiciones de temperatura y luminosidad sean estables, lo que redundará en el cultivo de frutillas deseado.

La temperatura ideal para el cultivo de fresa durante el día oscila entre 18 y 25 ºC y en la noche entre 8 y 13 ºC y los suelos deben ser ligeramente ácidos.

Abono del cultivo de frutillas

El cultivo de frutillas apropiado requiere, para el correcto desarrollo de la planta, una fertilización a base de nitrógeno, fósforo y potasio, cuyo consumo se va incrementado a partir de la floración, producción y, luego, desciende en la etapa de la cosecha.

Un fertilizante apropiado es el compost envejecido de residuos orgánicos.

Cosecha del cultivo de frutillas

Cuando se lleva a cabo la cosecha, es importante manipular las fresas lo menos posible para no maltratarlas o mallugarlas, luego de que se ha cumplido el cultivo de frutillas, que requiere esta planta.

Así, para desprender la fruta de la planta, con un pequeño toque se toma la frutilla con los dedos tirándola suavemente por el pedúnculo que la une a la mata y se coloca con cuidado en los recipientes en los que se va a almacenar.

De manera que se debe tocar lo menos posible la fruta para no maltratar y dañar su brillo natural, tan preciado para el comprador.

Las frutillas se van colocando en cajas o recipientes especiales de poca profundidad para no apilar tantas frutas unas sobre otras. Estas cajas deben contar con separadores de manera tal de ir cosechando y preclasificando al mismo tiempo de acuerdo con su tamaño, variedad y madurez.

Luego de cosechadas, se almacenan en un sitio con las debidas condiciones para su conservación. Allí se clasifican por color, tamaño y forma, de forma que lleguen al consumidor enteras y sin daños apreciables.

Las cajas o recipientes deben cargar solo unos 5 kg, evitando recargarlas para no ocasionar el ablandamiento de las fresas y puedan llegar en perfectas condiciones al consumidor final.

La forma como se manipula la frutilla es fundamental para evitar que pierda sus propiedades organolépticas, que son las que perciben nuestros sentidos; a saber: brillo, aspereza, sabor.

El ciclo de vida de las frutillas

Para obtener buenos resultados con las fresas, es esencial entender su ciclo de vida para poder conseguir un exitoso cultivo de frutillas.

Como la mayoría de las plantas perennes resistentes, las frutillas mueren en invierno y empiezan a crecer de nuevo vigorosamente cuando el suelo se calienta en primavera.

Después de dar fruto al finalizar el cultivo de frutillas, muchos tipos de fresas producen numerosos estolones con pequeñas plantas en las puntas. Estos estolones suelen enraizarse en las cercanías, pero permanecen unidos a la planta madre para origen a una nueva planta.

Estos tipos de fresas producen más fruta si se corta la mayoría de los estolones, permitiendo que cada planta produzca no más de 3 plantas hijas cada verano. Algunas variedades de frutillas producen pocos o ningún estolón.

Cultivo de frutillas

Agotadas de producir fruta y descendencia, la frutilla suele tomarse un segundo período de descanso durante la segunda mitad del verano.

Si se mantienen desbrozadas y ligeramente regadas, la mayoría de las plantas madre, y su descendencia, se estimula a que vuelvan a crecer durante un tiempo en otoño.

Aunque parezca que las fresas no tienen mucha actividad en septiembre, las plantas están ocupadas durante los meses de otoño desarrollando los brotes latentes que se convertirán en las flores de la próxima primavera.

En zonas de rusticidad 6 es mejor plantar las fresas en primavera para que estén bien enraizadas para el invierno siguiente.

Los contenedores pueden replantarse a finales del verano y trasladarse a un lugar fresco y protegido durante los meses más fríos.

En zonas 7, las fresas pueden plantarse en otoño. En las regiones costeras cálidas y húmedas, se efectúa el cultivo de frutillas como plantas anuales de clima frío.

Una vez establecida la plantación, basta con levantar las plantas más sanas cada septiembre y volver a plantarlas en un lugar recién renovado.

Pero cultivar frutillas no tiene por qué suponer tanto trabajo. En todas las zonas, se puede dejar que las fresas se conviertan en una cubierta vegetal verde y vibrante que requiere poco mantenimiento.

Las plantas no darán tanto fruto como las gestionadas de forma más intensiva, pero seguirán produciendo fresas deliciosas, año tras año.

Enfermedades y parásitos en el cultivo de frutillas

Se requiere tener un control y manejo de las plagas y enfermedades en el cultivo de frutillas.

La fresa es atacada por diferentes enfermedades y una de las más limitantes es la botrytis.

Se suele también llamar a esta enfermedad moho gris o podredumbre gris y puede producir pérdidas en cosechas alrededor del 40% y en post cosecha en un 85%.

También se requiere proteger la frutilla de los ácaros, sobre todo de la araña roja.

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