Del Aloe son ampliamente conocidas las propiedades de la planta, pero en este artículo podrá conocer todo sobre el cultivo de aloe, cuáles son sus características, su origen, el tipo de clima para su óptimo desarrollo, como cuidar el cultivo de aloe, cuáles enfermedades y parásitos pueden afectarlo y más.
Indice de contenido
Características del Aloe
El cultivo de Aloe, se trata de la siembra y producción de una especie de planta perteneciente a la familia de las Asphodelaceae, cuyo nombre científico es Aloe vera. Se trata de plantas suculentas de hojas perennes, sin tallo que sobre salga del suelo por lo que son reconocidas como plantas acaules. Pueden ser identificadas por sus hojas que pueden llegar a medir hasta 50 centímetros de largo por 15 de ancho en los ejemplares adultos. Se disponen en forma de roseta, no poseen pubescencia son lisas y de color verde grisáceo.
Los márgenes de las hojas son dentados y parecen que estuvieran provistos de espinas, presentan puntas las cuales tienen forma triangular y recorren toda la hoja. Con respecto a las flores, estas se disponen en inflorescencia la cual puede ser simple o ramificada. Son flores hermafroditas, lo que quiere decir que en una misma flor se encuentran los órganos sexuales masculino y femenino, presentan un perigonio muy llamativo, es posible que este término los confunda un poco.
El perigonio es una parte de la flor que se identifica cuando los sépalos y pétalos de la flor no se pueden diferenciar perfectamente. En la planta de Aloe vera este perigonio cuenta con 6 tépalos que se encuentran unidos o fusionados en la base, en igual número se reconocen los estambres. Los frutos de la Aloe vera son una capsula que resguarda unas semillas aladas.
Cuando el cultivo de aloe tiene un buen desarrollo los individuos de Aloe vera pueden llegar a alcanzar hasta 70 centímetros de altura, podremos reconocerlo como una planta única con un tallo sin ramificaciones. Esta especie tiene una raíz principal desde la que se desarrollan un número importante de raíces secundarias.
Desde la raíz principal pueden surgir nuevos individuos de aloe, ya que la misma desarrolla yemas que se ubican en la parte superior, lo que le permite propagarse por método vegetativo. Esta planta tiene la capacidad de generar una relación simbiótica con un hongo llamado micorriza, el cual vive en las raíz de la planta de aloe y le permite a la misma incrementar la capacidad de captación de nitrógeno del suelo, por lo que no es un hongo dañino, sino todo lo contrario es un hongo beneficioso, el cual es incorporado con regularidad en el cultivo de aloe.
La planta de Aloe vera también es conocida con el nombre de Sábila, una de las características resaltantes de esta especie son las propiedades medicinales, los cuales son reconocidas desde tiempo milenarios, por lo que es una planta de interés comercial local, pero también de interés para la industria de los alimentos, industria farmacéutica y de la industria cosmética.
Origen
El origen de la planta de Aloe vera se encuentra identificado en África, más exactamente en la península de Arabia, de allí su nombre ya que en árabe alloeh se traduce como sabor amargo, mientras que el nombre de Sábila como también es conocida comúnmente la especie, proviene del árabe Cabila, que al traducirlo significa espinosa, corroborando o reforzando el origen de la planta de aloe.
Las primeras referencias sobre el Aloe vera se encuentran en tablas de barro que datan de más de 2.000 años antes de Cristo. Los sumerios fueron los primeros en escribir sobre la planta de Aloe vera, la importancia de esta especie eran sus propiedades medicinales, sin embargo, para la época en la que es conocida y utilizada, era identificada como un planta mágica entregada por los Dioses.
Con estas propiedades de ser una planta curativa, mágica se mantuvo por miles de años y fue también adoptada por Grecia y Egipto, culturas que sacaron un provecho mayor de las propiedades del aloe, haciéndola una especie reconocida como capaz de dar la inmortalidad. El Imperio Romano heredó el Aloe vera y existen manuscritos en los que se detallan las propiedades cicatrizantes de la planta aloe, los médicos romanos la utilizaban para mejorar las afecciones de la piel y aún hoy en día es así.
Esta planta ingresa a España a través del comercio que era liderado por lo fenicios, quienes se encargaron de llevar el Aloe vera por todo el Mediterráneo, pero aún para la época los beneficios de la planta estaban más cercano a lo místico que a lo científico. No es sino hasta los años 30 que se empieza a conocer con base científica las propiedades de esta increíble planta, por supuesto, que el conocimiento de las propiedades del Aloe vera, promovió el cultivo del aloe, posterior al descubrimiento farmacéutico realizado por Bill Coats, quien logró separar la aloína.
A partir de ese descubrimiento Coats se convirtió en un líder de la investigación del aloe. Logró patentar su producto sentando las bases de la implementación química del Aloe vera desde 1962. La patente de Bill Coats se ha utilizado para desarrollar más de 1.000 productos con infusión de Aloe vera, incluidos tratamientos cosméticos, analgésicos y estimulantes de la reproducción celular.
Se dispara el mercado de aloe y comienza el cultivo de aloe en países de Centro América y América del Sur. A finales de los noventa se inicia el cultivo de aloe en España. Lo que aún es un tema que puede generar diatriba es quién introdujo el Aloe vera en América, algunos señalan que fue introducido en los tiempos de la colonización y su descubrimiento por Cristóbal Colón, otros dicen que ya había sido introducido por los Mayas, porque era una planta utilizada en sus ritos religiosos.
Cultivo del Aloe
En este artículo vamos a detallar como se realiza el cultivo de aloe a partir de los hijuelos, para ello lo primero que debemos hacer es contar con lo hijuelos de aloe, los cuales podemos adquirir fácilmente en un vivero, recomendamos que los mismos tengan más de 25 centímetros de altura. Podemos luego de nuestro primer cultivo de aloe, obtener los hijuelos de éste para mantenerlo productivo y poder cosechar.
También se puede realizar la renovación del cultivo de aloe una vez maduros los individuos, para ello se debe realizar el corte del tallo principal de las plantas maduras, las cuales serán tratadas con solución de hipoclorito de sodio, además de sumergirlas en una solución de micorrizas, para promover con este tratamiento el desarrollo de nuevas raíces.
Esta son técnicas de cultivo de aloe que se realizarán para disminuir los tiempos de producción, se debe tener muy presente seleccionar la plantas más saludables y robustas. Cuando las plantas hayan desarrollado su nuevo sistema radicular pueden ser plantadas, dejando entre cada uno de los individuos no menos de un metro de separación. Si son varias hileras de siembra se deben dejar un metro entre cada surco.
Un proceso fundamental para el cultivo de aloe es la preparación del sustrato en donde sembraremos nuestros hijuelos de aloe. Actualmente se promueve la agricultura orgánica por ser una manera de producir que es más amigable con el ambiente, debido a que se disminuye el uso de fertilizantes y pesticidas sintéticos. Se recomienda por lo tanto realizar una preparación del suelo que permita que la planta pueda obtener de él todos los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Para ello el suelo debe contar con las propiedades fisicoquímicas necesarias, por lo que se debe realizar una mezcla de suelo orgánico con suelo estándar no enriquecido, se deja llevar sol para eliminar cualquier larva u hongo que pueda estar presente, el mismo puede ser incluso fumigado con una mezcla de sulfato de cobre y cal. Recordemos que el uso de micorrizas es realmente beneficioso para obtener una buena producción de aloe, por ello se recomienda inocular el suelo con micorrizas y un biofertilizante.
Los abonos orgánicos son fundamentales para el desarrollo de procesos relacionados con la productividad agrícola. Cuando esté listo el sustrato podemos entonces sembrar los hijuelos de aloe. Es importante si estamos realizando un cultivo de aloe en una extensión grande, realizar el trazado en el terreno de donde serán colocados los hijuelos, con la finalidad de evitar la sobrepoblación de siembra.
Los hoyos en donde colocaremos los hijuelos deben tener una profundidad de al menos 25 centímetros, por una medida igual de ancho. Colocamos el hijuelo y tapamos con tierra y regamos cada hijuelo para humedecer el suelo de siembra. Podemos realizar nuestro cultivo de aloe en cualquier época del año si nos encontramos en un clima tropical o subtropical debido a que es una planta que resiste con facilidad la sequía.
Entonces se debe tener muy presente que el suelo debe ser preferiblemente arenoso, no siendo necesariamente imprescindible, debe presentar un buen drenaje y tener un pH ligeramente ácido. La siembra debe tener una distancia mínima de 1 metro, sin embargo, si tenemos espacio para dejar 2 metros mejor. Si haremos un cultivo de aloe en casa se recomienda el uso de macetas de barro, el procedimiento para preparar el sustratos en un 50% de material orgánico y 50% de suelo no enriquecido, se debe colocar grava en la parte inferior de la maceta para asegurar un buen drenaje.
Plantación
Para plantar nuestro cultivo de aloe debemos procurar que el suelo no sea muy húmedo y tampoco muy frío, si nos encontramos en un clima en donde se producen inviernos con bajas temperaturas, se debe plantar el cultivo de aloe, en macetas para poder protegerlo cuando se producen las heladas, de otro modo se verá afectado. Es importante como ya hemos comentado que los suelos en donde será plantado el cultivo de aloe sean porosos y bien drenados.
La mejor época para plantarlo es en otoño o primavera. Se deben obtener lo hijuelos de plantas vigorosas, para asegurar que nuestro cultivo proviene de planta con una buena carga genética. Si vamos a realizar el cultivo en macetas, estas deben ser preferiblemente de barro y se debe acondicionar para la siembra de la planta de aloe.
Se colocará por lo menos 2 centímetros de grava como una primera capa, para asegurar un buen drenaje, luego se debe agregar tierra con un poco de arena o en su defecto perlita y una tercera capa de tierra enriquecida en nutrientes, la cual puede ser mezclada con abono orgánico.
Abrimos un hoyo en el sustrato, colocamos el hijuelo y llenamos de tierra los espacios vacíos hasta el nacimiento de las hojas, hacemos un poco de presión para que no queden espacios o bolsas de aire y ya hemos terminado de plantar nuestro aloe. Se debe colocar en un lugar en donde reciba de manera directa la luz del sol, por lo menos durante 8 horas al día. El cultivo de aloe es resistente a la sequía, por lo que el riego no es una limitante, así que pueden hacerlo cada 15 o 20 días.
Consideramos importante comentarles sobre la importancia de tener un cultivo de aloe y que sea sustentable, por ello se usa la estrategia de la resiembra. Para ello se debe seleccionar un material de calidad, las características que debe tener ese material a ser seleccionado es que tenga un tallo recto, que su hojas sean turgentes y saludables, que los hijos a ser seleccionados provengan de una madre de excelente calidad. La resiembra se realiza preferiblemente en época de lluvias, para garantizar el enraizamiento de las plantas seleccionadas.
Es recomendable que el material seleccionado se sumerja en una solución de Trichoderma harzianum, se trata de un fungicida de amplio espectro y luego en una de Micorrizas, se han obtenido buenos resultados cuando se realiza en una proporción de 40 gramos por 20 litros de agua, esto estimulará el desarrollo de raíces y estarán protegidas de ataque por hongos. El desarrollo de raíces puede llevar de dos a cuatro meses, se debe mantener la tierra húmeda y cuando aparecen las raíces el material de resiembra está listo para ser plantado en su lugar definitivo.
Clima
El cultivo de aloe se desarrolla de manera óptima en regiones de clima cálido, incluso hasta en climas desérticos, se ha identificado que el cultivo de aloe no tolera los ambientes húmedos, ni las temperaturas por debajo de los 10 grados centígrados.
Es una planta que se siente incluso más cómoda en situaciones de estrés hídrico, que con excesos de humedad. Las temperaturas idóneas se encuentran entre los 16 y 28 grados centígrados, sin embargo, a bajas temperaturas las hojas suculentas de esta planta sufren quemaduras y lamentablemente se pudren, así que si desean tener un cultivo de aloe en climas fríos deben protegerlo de las heladas.
Abono
El cultivo de Aloe se debe abonar por lo menos dos veces al año, una vez en primavera y otra vez en el verano. Los abonos recomendados para el cultivo de aloe es el abono orgánico, se han realizado diversos estudios con la finalidad de identificar qué tipo de abono es el que brinda mejores resultados en el cultivo de aloe.
El abono conocido como lombricomposta es un biofertilizante que ha dado excelente resultados en los cultivos de aloe debido a que no solo aporta nutrientes a la planta, sino que también contribuye con la estructura y textura del suelo. Al mejorar la estructura del suelos, las raíces de las planta de aloe también se ven favorecidas y por ende el desarrollo de la planta y por ello son ampliamente recomendados.
También se pueden utilizar como abono los residuos líquidos que son conocidos como ácidos húmicos, que se obtienen a partir de la descomposición de residuos orgánicos. Este tipo de abono aporta macro y micro nutrientes que son muy favorables para el desarrollo de las plantas de aloe.
Riego
Como hemos señalado el riego no es un factor que limite el desarrollo del cultivo de aloe, a menos que se realice en exceso, debido a que las plantas de aloe no son tolerantes a los ambientes y sustratos húmedos, por lo que es totalmente contraproducente realizar riegos frecuentes a las plantas de aloe. Lo recomendable después que nuestra planta se ha desarrollado es regarla de ser necesario cada 15 a 20 días, se recomienda siempre verificar que en realidad la planta lo amerite.
Enfermedades y parásitos
El cultivo de aloe es en realidad una siembra de gran relevancia para algunos países, como por ejemplo México el cual es líder mundial en la producción de aloe con más de 5 mil hectáreas de cultivo de aloe. Estamos hablando de grades extensiones de un mismo tipo de planta, lo que las hace susceptibles al ataque de microorganismos fitopatógenos, entre los que se destacan los hongos y las bacterias, responsables de diferentes enfermedades, entre las que destacan la pudrición de la raíz, putrefacción blanda, mancha foliar, entre otras.
Debido a que el cultivo de aloe se considera un cultivo muy tolerante a ciertos factores tanto ambientales como biológicos, se conoce poco sobre las enfermedades que los afecta y generalmente las mismas están asociadas a manejos agronómicos inadecuados y la presencia de grandes extensiones de monocultivos de Aloe vera.
Los hongos Fusarium y Rhizoctonia son los que comúnmente generan enfermedades en el cultivo de aloe, el éxito de estos organismos sobre la plantas de aloe se debe a su rápido crecimiento generando colonias que se esparcen con facilidad en el cultivo. Como el cultivo de aloe se produce en climas cálidos, esto favorece el desarrollo del fitopatógeno el cual consigue desarrollarse en el suelo hasta con temperaturas de 37 grados centígrados.
El ataque de estos hongos puede ser grave y conllevar a la muerte de la planta debido a que se pudre la base de la planta, esto provoca el marchitamiento de las hojas las cuales comienzan a tomar una coloración amarilla. Por su parte Rhizoctonia realiza el ataque en las raíces del aloe, el tallo y las hojas, provoca manchas oscuras en el tallo y la raíces a demás de que las hojas se marchitan.
Otra de las enfermedades que se presenta en el cultivo de aloe es la provocada por Alternaria Alternata, se manifiesta por las manchas en las hojas del aloe, son fácilmente identificables porque tienen un color y una forma característicos de la enfermedad. Las hojas empiezan a mostrar manchas de color marrón oscuro y centro gris, con una forma en la mayoría de los casos circulares y otras de forma oval. Cuando esta enfermedad ataca a la hoja esta comienza a secarse desde la punta.
En referencia a las bacterias que pueden afectar el cultivo de aloe se encuentra como la más común al género Dickeya, causa la pudrición de las hojas, generando heridas en las bases de las mismas, por lo que comienza la degradación la cual avanza rápidamente. La epidermis se deteriora por la formación de un gas que hace que la hoja se infle y luego libera una gelatina o masa acuosa. Se produce la necrosis de la hoja y la planta generalmente muere.
Usos del Aloe
Los beneficios de la Aloe vera como lo señalamos al principio son conocidos por el hombre desde tiempos inmemorables al punto de haber considerado a esta planta una especie mágica enviada por los Dioses. Muchos años después los médicos y la ciencia se encargaron de demostrar que en realidad es una planta con una serie de propiedades que la hacen una de las especies comerciales con mayor potencial para la industria farmacéutica y cosmética.
En muchas oportunidades se pensó que las propiedades de la planta de aloe habían sido sobreestimadas, sin embargo, el tiempo y el respaldo científico ha dado crédito a las propiedades de la Aloe vera, haciéndola una especie de gran interés. Una de los usos más conocidos en los que se emplea el cristal de aloe es para tratar las afecciones de la piel, debido a las propiedades cicatrizantes, también es utilizada para eliminar las machas de la piel y el control del acné.
A sido utilizada con éxito en el tratamiento de la psoriasis una de las enfermedades de la piel más difíciles de controlar. De la planta también se obtiene el gel del cristal el cual es utilizado para mejorar las afecciones del aparato digestivo, los beneficios de la planta son tales que actualmente en el mercado se encuentra una importante cantidad de productos en los que se utiliza el Aloe vera como insumo principal.
El uso del aloe ha sido mayormente como un tópico para el tratamiento de afecciones de la piel, sin embargo , en los últimos años se han realizado avances importantes en los efectos que tiene el Aloe vera ingerido. Los estudios clínicos tienen el propósito de confirmar los efectos con la administración oral del gel de Aloe vera. Los resultados en pruebas con pequeños animales señalan que el consumo oral puede disminuir el número y tamaño de los papilomas, aminorar la generación de tumores en el hígado, médula ósea y bazo.
Los análisis de los componentes activos del Aloe vera señalan a las antraquinonas y a la aloe-emodina, como los responsables en la disminución en el crecimiento de tumores. También se han encontrado resultados positivos en la disminución del azúcar en sangre, estos estudios aunque no son concluyentes han sido realizados en humanos. Ya comentaremos un poco más adelante sobre otros beneficios para la salud.
En la industria cosmética el Aloe vera es de gran importancia, porque está más que comprobado los resultados efectivos que tiene en la eliminación de manchas en la piel, mejoramiento de problemas de acné, su poder antioxidante mejora la tonicidad de la piel, por lo que es vendido como un excelente anti arrugas. Es por ello que podemos adquirir en el mercado cremas, lociones, jabones y más en donde el protagonista es el Aloe vera.
Medicinal
Como hemos podido observar los beneficios del Aloe vera están comprobados y no en vano nuestros antepasados la llamaron “planta mágica”. Las propiedades asociadas a los beneficios y mejora de algunas afecciones de salud la han convertido en una de las plantas con mayor credibilidad en el uso de la herbolaria para el mejoramiento de la salud. Se han identificado más de 70 compuestos beneficiosos en esta planta, lo que corrobora la razón de haber sido utilizada desde tiempos ancestrales como un remedio natural.
Dentro de las propiedades se encuentra su poder desintoxicante, el beneficio de esta propiedad se puede obtener tomando el jugo del Aloe vera, el cual se obtiene del cristal de sus hojas, la cual podemos mezclar con nuestra fruta preferida, se recomienda eliminar muy bien la antraquinona, que es esa sustancia que le da el sabor amargo y la coloración al cristal, el aporte del sabor desaparece casi en su totalidad, haciéndose una bebida agradable.
La ingesta del jugo alivia la acidez estomacal, la gastritis, entre otras afecciones de los procesos digestivos como el estreñimiento. Su poder desinflamatorio ha sido comprobado en la mejora de procesos inflamatorios en las encías, bolsas debajo de los ojos y más. Su efecto cicatrizante se ha observado en la recuperación de heridas, quemaduras de la piel, entre otros. También se ha comprobado el efecto que tiene el Aloe vera para mejorar el sistema inmunológico, procesos metabólicos de la piel, disminuir el riesgo cardiovascular y su efecto contra bacterias y virus.
Su propiedad antioxidante se encuentra comprobada en la composición de vitaminas que tiene la planta, los cuales combaten los radicales libres y ralentizan el envejecimiento. Las vitaminas E y el complejo de vitaminas B que se encuentran en el Aloe vera contribuyen con el funcionamiento del sistema nervioso, la absorción de hierro, reduce el colesterol “malo”, interviene en la formación de hormonas, evita la anemia y más.
Como podemos ver las propiedades del Aloe vera son innumerables, es por ello que en la actualidad el cultivo de aloe se ha convertido en una gran oportunidad para muchos pequeños productores. Después de ver todos los beneficios que aporta, estamos seguros que usted se animará en tener un cultivo de aloe en casa, como vimos es una planta noble, fácil de cuidar y de reproducir. Esperamos que este artículo haya sido de su agrado y le invitamos a continuar la lectura de los enlaces que le recomendamos a continuación: