El Jengibre, origen, como cultivarlo y todos sus beneficios

Seguramente habrá escuchado hablar sobre las propiedades del Jengibre, pero en este artículo podrá conocer todo sobre sus características, origen, manera de cultivarlo, cuáles son las enfermedades y parásitos que pueden afectar a esta increíble planta, sus beneficios y mucho más, acompáñenos a conocer todo sobre el Jengibre.

JENGIBRE

Características del Jengibre

El jengibre pertenece  a las familias zingiberáceas, por lo que es un familiar de la no menos conocida Cúrcuma. El nombre científico del jengibre también llamado kion es Zingiber officinale, se trata de una planta herbácea, perenne con rizomas subterráneos que tienen gran valor comercial.

La planta de jengibre puede crecer hasta un metro de altura, a pesar de su tamaño muestra un buen porte, el cual es provisto por sus hermosas hojas lanceoladas, las cuales nacen desde un tallo principal y se disponen a lo largo de este de forma alternada. Pueden llegar a presentar 25 centímetros de largo. Con respecto a las flores se agrupan en inflorescencias que son muy densas, son irregulares y destaca por sus labelos de  color púrpura intenso.

Los frutos son secos, con una forma esférica, presentan un llamativo color naranja con tendencia al rojizo y en su interior se encuentran las semillas, las cuales son de color negro y tienen una capa protectora brillante. El rizoma que como hemos señalado en la parte comercial y de interés de la planta del jengibre, es reconocido por su olor y sabor picante pero muy agradable al paladar.

Origen

El jengibre tiene un uso de tiempos inmemoriales, los primeros indicios de su uso doméstico datan desde hace más de 4.500 años antes de Cristo, por los pueblos de Oceanía y el Sureste Asiático, conocidos como austronesios. Podemos reconocer como la zona de origen de esta maravillosa planta a las islas de Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas, entre otras.

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La misma fue distribuida por las islas del  indo-pacífico en los tiempos de expansión de los pueblos austronesios y fue llevado hasta Hawái. El jengibre puede ser identificado como una de las primeras especias utilizadas en los intercambios comerciales de Oriente, de esta manera llegó a Europa, convirtiéndose en una de las especies predilectas de griegos y romanos.

De las primeras evidencias escritas que se conoce sobre la planta de jengibre son las de Confucio un reconocido pensador chino, quien escribió sobre el jengibre en los años 551 y 479 antes de Cristo. Dentro de los movimientos migratorios y distribución de la especie, se reconoce a Darío el rey persa quien fue quien la introdujo en la India en los años 549 y 486 antes de Cristo. Ya para el siglo I fue introducida en el Mediterráneo y se hace responsable de ello a los fenicios.

Para el siglo II comienzan a realizar importaciones en Alejandría, las cuales eran  procedentes del Mar Rojo y estaban los productos sujetos a derechos de aduana impuestos por Roma y el jengibre se encontraba junto con la pimienta como una de las especies preferidas por los habitantes de Alejandría.

Plinio  un militar romano deja evidencia del costo del jengibre, señalando que una libra constaba seis denarios, podríamos catalogarlo como un producto costoso. Ya para el siglo IX llegó a Francia y Alemania, se conoció en Inglaterra en el siglo X. Los portugueses lo introdujeron en África en el siglo XI y en el siglo XV los españoles se encargaron de llevarlos a las islas de las Antillas. De esta manera histórica se distribuyó por el mundo esta maravillosa especie, la cual tuvo una gran aceptación.

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En la actualidad el jengibre se encuentra distribuido a nivel mundial, algunos países como productores y otros son exportadores de esta maravillosa raíz, que no solo tiene un alto potencial en la cocina, sino que también es ampliamente reconocida por su poder curativo.

Cómo se cultiva el Jengibre?

La planta de jengibre puede ser cultivada a través de semillas, pero la manera más efectiva y segura de obtener buenos resultados, es realizar su cultivo de manera vegetativa, es decir, utilizar los rizomas de la planta para obtener nuevos individuos de jengibre. Para obtener los rizomas debemos desenterrar una planta de jengibre y seleccionar los rizomas que servirán como semillas, para iniciar nuestro cultivo.

Si los rizomas de jengibre son obtenidos de plantas jóvenes con 8 a 10 meses, aumentamos la probabilidad de éxito en la germinación de los rizomas. Se debe cortar  el rizoma de jengibre en pedazos de al menos 4 centímetros, luego de ello les permitiremos cicatrizar, para ello los dejamos secar unos días. Al observar que la parte donde fueron cortados ya tiene callo, podemos continuar el proceso, la intención de permitir que cicatricen es disminuir las posibilidades de que se enfermen, infecten o sean atacados por organismos.

Podemos promover la germinación colocando los rizomas en un recipiente con una lámina de agua, al observar los brotes que surgen de las yemas, nuestro rizoma está listo para ser sembrado. Si vamos a plantar nuestro rizomas en un terreno debemos dejar al menos 15 centímetros de separación, enterrarlos como a 5 centímetros de profundidad, estando muy pendientes de dejar las llevas hacia arriba. Regar y dejar húmeda la tierra.

Plantación

El procedimiento para realizar la plantación de la raíz de jengibre previamente germinada, conlleva un metodología sencilla, ya que no es muy diferente a la siembra de cualquier otro tipo de rizoma. Para ello si nuestro rizoma de jengibre va hacer cultivado en casa, debemos tener previamente un maceta que tenga una profundidad aproximada de 40 centímetros, seleccionen la más ancha posible para que nuestro jengibre se desarrolle con libertad.

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Esta maceta la vamos a llenar con un sustrato enriquecido de tierra orgánica, al menos hasta las tres cuartas partes del mismo. Cuando hablamos de enriquecido es que debemos colocar abono, para que la calidad de nutrientes necesarios para el desarrollo de nuestra planta de jengibre este garantizado. Para ello podemos utilizar abono del compost o humus de lombriz líquido o sólido.

Debemos asegurar que la maceta no vaya a acumular agua por ello debemos colocar guijarros en el fondo que aseguren un buen drenaje y evitar el encharcamiento. Luego de preparado el sustrato vamos a colocar el rizoma, si son varios no es conveniente colocarlos todos muy juntos en una misma maceta, debemos dejarle espacio para su desarrollo.

Colocaremos el rizoma de manera superficial en nuestro sustrato, la idea es no enterrarlos, es recomendable que dejemos las yemas sin enterrar, por ello solo haremos una presión muy suave y enterraremos la mitad del rizoma de forma horizontal. Humedecemos la tierra, cuidando de no mojar las yemas que dejamos sin tapar.

Al pasar al menos cuatro meses podemos comenzar a cosechar parte del rizoma de nuestra planta de jengibre. Para ello vamos a descubrir un poco la raíz, cortamos el trocito que vamos a utilizar y volvemos a tapar, de esta manera nuestra planta se seguirá desarrollando y nosotros podemos utilizar su gran potencial.

Clima

Cuál es el clima ideal para las plantas de jengibre, un clima cálido y húmedo, ya que las plantas de jengibre no son muy tolerantes a las altas temperaturas y tampoco a las bajas temperaturas. Se estima que el rango de temperatura ideal para la planta de jengibre es entre los 18 y 21 grados centígrados y nunca menos de los 10 grados centígrados.

Otra característica de nuestro cultivo de jengibre prospere es que no debe estar expuesto directamente al sol, es una planta que necesita iluminación pero en un lugar con sombra, por ello es un cultivo ideal para  realizar en casa, ya que podemos colocar la maceta cerca de una ventana en la que reciba la luz del sol, pero no  directamente. Los climas tropicales húmedos son ideales para el jengibre, por ello deben ser protegidos de las heladas y fuertes vientos si serán cultivados al aire libre en climas donde se producen inviernos.

Abono

Una de las partes importantes para tener éxito en el cultivo de jengibre, es mantener las condiciones nutricionales del suelo óptimas. Para ello, como indicamos anteriormente es necesario al momento de plantar nuestros rizomas abonar el suelo y posteriormente realizar un abonado de mantenimiento, esto en los cultivos que serán cosechados por completo, mientras que en aquellos cultivos que vamos a ser extracciones de rizomas puntuales el abonado de mantenimiento debe ser consecuente para mantener nuestra planta de jengibre saludable.

El jengibre necesita mucha agua mientras crece, por lo que el suelo debe estar siempre húmedo y nunca seco, el riego continuo produce el lavado de los nutrientes del suelo y es por ello que abonar es importante. Cuando nuestro jengibre está sembrado en una maceta el abonado de la planta se puede realizar con abono orgánico o con humus de lombriz, este abonado puede hacerse de manera anual,  si tomamos en consideración la utilización de un sustrato enriquecido cuando la sembramos. Por su parte si se trata de un cultivo extensivo, lo recomendable es la utilización de  fertilizantes químicos, para poder cubrir la extensión total del cultivo.

Enfermedades y parásitos

Como la mayoría de los cultivos, si existen condiciones para el desarrollo de hongos y organismos que utilicen a las plantas como alimento, se presentaran problemas de enfermedades y presencia de parásitos en nuestros cultivos. Para evitar el desarrollo de las mismas se debe mantener un adecuado seguimiento a las condiciones edáficas del mismo, así como estar atentos de los factores climáticos que imperan, para poder identificar de manera temprana el ataque de una enfermedad a las plantas de jengibre o mejor aún actuar de manera preventiva.

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En caso que identifiquemos que nuestro cultivo de jengibre esta presentando alguna enfermedad o está siendo atacado por un parásito, lo primero que se debe realizar es la identificación del patógeno que lo está atacando, para poder actuar de manera efectiva contra el enemigo.  Una de las enfermedades más comunes es el Marchitamiento, el mismo es causado por el establecimiento en nuestro cultivo de una bacteria que ingresa en el tejido vascular de las plantas de jengibre, luego de estar allí se multiplica rápidamente y afecta los brotes.

Cuando esto ocurre vamos a notar que nuestras plantas de jengibre comienzan a marchitarse, debido a la incapacidad de captar la cantidad de agua y nutrientes que verdaderamente necesita. El proceso de marchitamiento de las hojas va a ocurrir, aún cuando se esté realizando el riego de manera adecuada y puede ser identificada la presencia de la enfermedad porque las hojas comienzan a ponerse de color amarillo de abajo hacia arriba. En otras ocasiones el ataque es tan violento que no podemos identificar este síntoma.

Ataque por Fusarium es otra de las enfermedades que se pueden presentar en los cultivos de jengibre, se trata de un hongo que invade el sistema vascular de la planta. El ataque no es tan violento como el de la bacteria y los síntomas de marchitamiento se comenzarán a presentar de manera tardía, sin embargo, si podremos notar la enfermedad  por la presencia de brotes amarillos y atrofiados, los rizomas  mostrarán una putrefacción seca.

A este nivel la enfermedad ha hecho su trabajo y no tenemos oportunidad de salvar la planta. Las plantas de jengibre pueden ser atacadas por nematodos, hay uno conocido como el nudo de raíz, porque precisamente ataca esa parte de la planta y genera en los rizomas un  aspecto abultado, con textura de corcho o grietas. Este nematodo afecta el producto más que a la planta en si.

Usos del Jengibre

Como hemos dicho de la planta de jengibre se utilizan los rizomas de la misma, la cual es utilizada para condimentar comidas, también como planta medicinal, debido a que el jengibre tiene una serie de cualidades que permiten mejorar ciertas patologías que afectan nuestra salud. En la actualidad  el jengibre puede ser adquirido en diferentes presentaciones desde su presentación más comercial y fácil de obtener como es el rizoma fresco, así como en conserva, seco, en polvo, entre otras.

El rizoma fresco se puede conservar en frío y dura varias semanas en buenas condiciones y sin perder cualidades, por su parte el jengibre seco se conserva por mucho más tiempo, no obstante, es posible que pierda cualidades de color, olor y sabor. El jengibre es utilizado para aromatizar los alimentos, especialmente las salsas y vinagretas quedan realmente exquisitas. La industria farmacéutica por su parte a logrado realizar presentaciones en infusiones y capsulas de jengibre, que son comerciales y bien recibidas por el público.

En cuanto a las cualidades medicinales el jengibre es utilizado en infusiones y té, para preparar el té se utiliza un pedazo de rizoma como de 2 centímetros y se coloca en 150 mililitros de agua, se deja hervir durante 5 minutos, se permite enfriar y listo para tomar. También se usa en la elaboración de cataplasmas de jengibre, para hacerlas se debe rallar el jengibre y colocarlo en la zona afectada, se cubre con una gasa y se le permite actuar por 15 minutos.

Beneficios de su consumo

Hoy en día se conoce y se ha demostrado científicamente los beneficios que pueden ser recibidos con el consumo de jengibre, debido a la serie de propiedades y composición química de esta maravillosa planta. Dentro de los componentes del jengibre se encuentra el gingerol con una serie de propiedades medicinales que además no presenta efectos secundarios significativos, solo se debe ser consciente de no exceder las dosis recomendadas.

El jengibre es utilizado para mejorar los dolores generados por el periodo menstrual, es muy eficaz en el tratamiento de afecciones respiratorias. También es recomendado para bajar los riesgos cardiovasculares ya que la ingesta de jengibre mejora de manera significativa el flujo sanguíneo. La capacidad antioxidante del jengibre lo hace muy efectivo para evitar el envejecimiento, así como en la captación de radicales libres, por lo que coadyuva a evitar el desarrollo de células cancerígenas.

Es un excelente coadyuvante de los procesos digestivos, por lo que se recomienda para mejorar los problemas de gastritis, gases, entre otros. Es una antiemético por lo que disminuye la sensación de náuseas, es muy utilizado sobre todo en las mujeres embarazadas en los primeros meses de gestación. Es un excelente antiinflamatorio por lo que se recomienda su uso como cataplasma para los dolores de reuma.

Es ampliamente reconocido como un remedio para mejorar las afecciones de la garganta, porque ayuda con las inflamaciones, irritación  e infecciones. Como es un acelerador natural del metabolismo es recomendada su ingesta en aquellas personas que desean perder peso.

Es un inhibidor de las prostaglandina, que es la encargada que se inflamen los vasos sanguíneos del cerebro, por lo que se recomienda para aquellas personas que sufren de migrañas. Es un relajante natural por la presencia de cineol, lo que contribuye a disminuir la ansiedad y estados de estrés y ayuda a conciliar el sueño. Utilizar la vaporización con jengibre ayuda a evitar la congestión nasal. Incluir el jengibre en nuestra dieta fortalece al sistema inmunológico.

El jengibre puede ser acompañado con otras plantas con propiedades medicinales para potenciar su propiedades y beneficios para mejorar nuestra salud. Existen muchas recetas y combinaciones en las que se utiliza el jengibre, todas deliciosas, fáciles de elaborar y saludables.  Hasta aquí todo lo que necesitamos conocer sobre esta increíble planta de uso ancestral en la cocina y como medicina del mundo.

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