El cuidadoso cultivo de hierbabuena nos aporta una hierba aromática muy apreciada en distintas áreas. Conoce en este post como es esta planta, sus características y origen. También te interesará aprender cómo es su plantación, abono, riego y clima ideal, así como saber cuales son las enfermedades y plagas que la atacan.
Indice de contenido
Características de la hierbabuena
La hierbabuena es una hierba aromática casi exclusivamente perenne, con hojas dentadas muy perfumadas, cuyo nombre científico es Mentha spicata.
Es referida en ocasiones como yerbabuena o menta, del vocablo griego μίνθα míntha, y pertenece al género Mentha de la familia Lamiaceae o familia de la menta.
Aun cuando la distinción exacta entre especies no está muy bien establecida, se estima que existen entre 13 y 24 especies. Te interesará conocer la especie Albahaca, otra hierba muy similar a la hierbabuena.
La hierbabuena suele tener tallos cuadrados, erectos y ramificados con estolones subterráneos y aéreos de gran extensión.
Sus hojas son aromáticas, oblongas a lanceoladas, a menudo vellosas, y con un margen aserrado, que se hallan dispuestas en pares opuestos.
Sus colores van desde el verde oscuro y el verde grisáceo hasta el púrpura, el azul y, a veces, el amarillo tenue.
La hierbabuena tiene un sabor afrutado y aromático y proporciona unos aceites volátiles, que están contenidos en puntos resinosos en las hojas y los tallos.
Posee, además, unas pequeñas flores de color púrpura, rosa o blanco, dispuestas en racimos, formando falsos verticilos; es decir, que nacen al mismo nivel alrededor de un eje, o están apiñadas en una espiga terminal.
Son flores, que no son las típicas de otros miembros de la familia, tienen cuatro pétalos unidos en lugar de cinco. La corola tiene dos labios con cuatro lóbulos subiguales, de los cuales el superior suele ser el más grande.
En el cultivo de hierbabuena, se produce el fruto, que es como una nuez que contiene de una a cuatro semillas.
Del cultivo de hierbabuena, la mayoría de las especies crece mejor en entornos y suelos húmedos. Puede crecer entre 10 y 120 centímetros de altura y extenderse por un área indeterminada.
En virtud de esta tendencia a expandirse sin control, algunas hierbabuenas se consideran invasoras. Te recomendamos la lectura del limonero, con información también de mucha utilidad.
El proceso para la hibridación de esta especie se produce de forma natural en los casos en que se solapan algunas especies. De allí que se conozcan muchos híbridos y cultivares.
Están ampliamente distribuidas y pueden encontrarse en muchos entornos.
Muchas de sus especies pueden propagarse vegetativamente por estolones y pueden ser agresivas en los jardines.
Variedades
Del cultivo de hierbabuena se producen muchas variedades, todas fragantes, ya sean brillantes o peludas, lisas o arrugadas, de color verde brillante o de muchas tonalidades.
Sin embargo, siempre se puede distinguir un miembro de la familia de la menta por su tallo cuadrado. Al pasarlo entre los dedos, es posible apreciar un aroma penetrante, que se asemeja a caramelos, y con el cual se suele preparar tés dulces o incluso bebidas como los julepes de menta.
Hay todo tipo de hierbabuena para elegir. Entre ellos los más populares para su cultivo comercial son:
- Hierbabuena o menta verde nativa o Mentha spicata
- Menta piperita o Mentha × piperita
- Menta verde escocesa o Mentha x gracilis
- Bergamota naranja
- Menta de maíz o Mentha arvensis
- Hierbabuena o menta manzana o Mentha suaveolens, que es la variedad más reciente.
Usos
Se le emplea mayormente como planta medicinal por sus propiedades terapéuticas que ayudan a tratar problemas digestivos, como mala digestión, flatulencia, náuseas o vómitos, además de poseer efectos calmantes y expectorantes.
Es una planta rica en vitaminas A, C, D, varias del complejo B y folato, y, proporciona minerales indispensables para el organismo, que lo mantienen saludable.
Entre los minerales se pueden mencionar: calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre y manganeso.
Por otro lado, es ampliamente usada en la gastronomía para sazonar caldos, salsas, o preparar bebidas, ensaladas e, incluso, postres.
Asimismo, es utilizada como planta de acento de jardín, cultivada en pequeños recipientes, cubiertas de suelo y ambientadores.
Por su belleza es también empleada para fines decorativos.
Origen
La hierbabuena es originaria de Eurasia, y se ha expandido en gran magnitud por Norteamérica, sur de África y Australia.
Así que podemos encontrar el cultivo de hierbabuena distribuido primordialmente en zonas templadas, aun cuando se ha naturalizado en muchos lugares.
No obstante, algunos investigadores, buscando establecer la historia verdadera de la hierba, al hacer un estudio de la trayectoria de las evidencias de uso de la planta, han señalado que el origen de la hierbabuena no está del todo confirmado, pues no hay precisión en algunos de los datos para determinarlo.
Al respecto se han elaborado muchas hipótesis, algunas de ellas tratan de ubicar el origen en la región norte de África y algunas zonas hacia Asia.
Sin embargo, pareciera que la posición más aceptada y la que más se ha conocido señala que la hierbabuena procede del sureste de Europa, en las costas mediterráneas, aun cuando se requiere más información y documentación para avalar esta tesis.
Recuento histórico del cultivo de hierbabuena
Haciendo un breve recuento histórico, a partir de las reseñas y evidencias encontradas, se podría establecer de manera cabal el auténtico origen de esta singular hierba, muy apreciada como especia en el arte culinario.
Para tal fin, se pueden estudiar las huellas que se han encontrado en la historia antigua en cuanto al cultivo y uso de la especie.
En cuanto a la utilización de la hierbabuena en tierras asiáticas, existen evidencias que dan cuenta del empleo curativo que hacían los pobladores de Japón hace 2.000 años a. C.
También hay referencias de aplicaciones similares que se hacían en China con la hierba como componente de sus compuestos medicinales.
Por su parte, las civilizaciones africanas también han aportado muestras de conocer la hierbabuena, ya que dentro de las antiguas tumbas egipcias se hallaron ofrendas de menta dejadas que datan de entre unos 1.200 y 600 años a. C.
Asimismo, la mitología de la antigua Grecia, ya sólidamente instaurada en el siglo VIII d. C., igualmente hace referencia a la presencia de la hierba tal como se menciona en una leyenda sobre una ninfa llamada Mintha, que significa menta, quien por conjuro fue convertida en una planta por Proserpina, la diosa vinculada al mito de la primavera.
Unos cuantos siglos después, también se comenzaron a encontrar las evidencias de aplicaciones medicinales de la hierba producida en cultivos de hierbabuena en tierras griegas y romanas.
Tales evidencias se deben, por un lado, al médico y boticario griego Dioscórides, quien fue luego reconocido como el padre de la farmacología, y a Plinio El Viejo, científico y naturalista latino.
Tanto Dioscórides como Plinio El Viejo vivieron en el siglo I d. C., tiempo en el cual se inició un ordenado y verdadero registro de la documentación relacionada con esta hierba.
Un exhaustivo estudio de esta documentación muy probablemente puede dar mayores luces acerca del origen real de la hierbabuena.
No obstante, luego de tales acontecimientos no se hallaron otras muestras en cuanto al uso de la hierba sino hasta el siglo VIII d. C.
Fue en ese entonces cuando el emperador Carlomagno, también conocido como Carlos el Grande, rey de los francos y, tras numerosas victorias, finalmente proclamado el primer emperador del Sacro Imperio Romano, emitió una orden imperial en la que dispone que todos sus campos sean cultivados con diversas hierbas y condimentos, entre los que se contemplaba la hierbabuena.
Basándonos en todos estos relatos y reseñas, es posible deducir que la hierbabuena es más probable que sea originaria de Asia, y no de Europa o África, como alegan muchos, en virtud de que la mención más antigua data de esas tierras, lo que implica que su descubrimiento y utilización se remonta a esas fechas primeras de la era cristiana.
Cultivo de hierbabuena
Todas las hierbabuenas prosperan cerca de estanques de agua, lagos, ríos y lugares frescos y húmedos en sombra parcial.
En general, la planta tolera una amplia gama de condiciones ambientales, pudiéndose cultivar a pleno sol o a media sombra.
Es una planta que crece durante todo el año y su crecimiento es rápido, extendiendo su alcance a lo largo de las superficies a través de una red de estolones.
Debido a su vertiginoso crecimiento, una planta con un poco de cuidado, puede proporcionar más que suficiente menta para uso doméstico.
Del cultivo de hierbabuena, se ha encontrado que algunas especies son más invasivas que otras. Incluso con la hierbabuena que es menos invasiva, hay que tener cuidado al mezclar con cualquier otra planta, pues es probable que la menta se apodere de ella.
Para controlar la hierbabuena en un entorno abierto, se debe plantar en recipientes profundos y sin fondo hundidos en el suelo, o plantarse en la superficie en tinas y barriles.
Plantación
Las especies y variedades de hierbabuena son algunas de las hierbas más fáciles y populares de cultivar sin necesitar muchos cuidados.
Solo necesita humedad y un suelo rico, pero si se deja a su suerte, se extenderá rápidamente, invadiendo otras plantas, convirtiéndose, entonces, en una molestia.
Es por ello importante asegurarse de que, en el cultivo de hierbabuena, mantener la planta bajo control y vigilar el crecimiento excesivo, de lo contrario, se apoderará de todo el espacio de plantación.
Lo recomendable es elegir un lugar donde no perturbe otras especies con su desenfrenado crecimiento o cultivarla en un espacio reducido como un contenedor o entre zonas pavimentadas.
Cuando se lleva a cabo el cultivo de hierbabuena, al sembrarla en exteriores se debe hacer a finales de la primavera y si es en espacios interiores se planta unas ocho o diez semanas antes de la última helada.
Es importante, mantener la tierra húmeda hasta que la semilla germine, lo que se produce en 10 a 15 días.
La hierbabuena, siendo una planta perenne muy resistente, prospera en suelos ligeros, húmedos con buen drenaje, lo que sería como su hábitat nativo a lo largo de las riberas de los arroyos.
Las plantas sembradas deberían alcanzar un tamaño cosechable en dos meses.
La mayoría tolera algo de sombra, y los tipos abigarrados pueden requerir cierta protección del sol directo.
Para el cultivo de hierbabuena en exteriores, se plantan una o dos plantas compradas (o uno o dos esquejes) a unos 60 centímetros de distancia entre sí en suelo húmedo. Con una o dos plantas se cubre fácilmente el suelo.
La hierbabuena debería crecer hasta alcanzar unos 30 a 70 centímetros de altura.
Para que crezca mejor en espacios reducidos, como macetas, se requiere añadir una fina capa de abono orgánico cada pocos meses. En climas fríos, las macetas sobre el suelo necesitan más protección en invierno.
Cuidados durante el cultivo de hierbabuena
Como se señaló, la hierbabuena requiere cuidados mínimos. Para las plantas de exteriores, se debe utilizar un mantillo ligero, que ayudará a mantener la tierra húmeda y las hojas limpias.
En el caso de las plantas de interiores, éstas se deben regar con regularidad para conservar la tierra uniformemente húmeda.
Al principio, cuando se realiza el cultivo de hierbabuena, se desarrollan plantas macizas de buen aspecto, tupidas y erguidas, pero pronto cuando se comienzan a expandir a nuevos territorios, aparecen estolones horizontales y rizomas subterráneos.
Si no se hace el debido cuidado, una planta pertinaz puede convertirse en un gigante de metro y medio en sólo un año.
Se deben efectuar la recolección y la poda, aprovechando que tiene raíces poco profundas y fáciles de arrancar y colocar barreras físicas como muros, pasarelas o contenedores.
Cosecha y almacenamiento del cultivo de hierbabuena
La recolección de las hojas de hierbabuena puede hacerse en cualquier momento y, una vez cosechadas, las hojas frescas deben utilizarse inmediatamente o guardarse hasta unos días en bolsas de plástico en frigorífico o en recipientes herméticos colocados en un lugar fresco, oscuro y seco.
Se deben hacer cosechas frecuentes para mantener la planta en su mejor momento. Puede cosecharse en cuanto surge en primavera.
Justo antes de la floración, se cortan los tallos a 2,5 centímetros del suelo. Se puede cosechar dos o tres veces en una temporada de cultivo.
También se pueden recoger las hojas a medida que se necesiten.
Propagación
En el cultivo de hierbabuena, algunas se pueden propagar por semillas, pero el crecimiento a partir de semillas puede ser un método poco fiable para criar ejemplares por dos razones:
- Las semillas de hierbabuena son muy variables, por lo que es posible que se obtenga algo distinto a lo que se plantó.
- Algunas variedades de menta son estériles.
El mejor y más eficaz método es plantar esquejes de los estolones de las hierbabuenas sanas. Para ello, se cortan los esquejes de 15 centímetros de tallos enraizados y se plantan horizontalmente en el suelo.
Clima para el un buen cultivo de hierbabuena
La hierbabuena crece durante todo el año en los climas más cálidos y no necesita un periodo de latencia.
Prospera tanto en climas fríos como cálidos, y además conserva su potencia de sabor y olor a lo largo de los años.
Abono del cultivo de hierbabuena
Durante el cultivo de hierbabuena, se utiliza un abono orgánico de liberación lenta, compuesto por humus de lombriz, por ejemplo, sobre todo si van a utilizar sus hojas para usos culinarios.
Riego del cultivo de hierbabuena
El riego regular es realmente el único mantenimiento que necesita esta planta, pues solo se requiere que la tierra esté húmeda en todo momento, sin anegarla.
Enfermedades y parásitos del cultivo de hierbabuena
Se supone que las mentas son buenas plantas de compañía, ya que repelen a los insectos molestos y atraen a los beneficiosos. Son susceptibles, sin embargo, algunas plagas y enfermedades comunes.
Por ejemplo, son sensibles a la mosca blanca, los pulgones y los ácaros. Para controlar estos parásitos se recomienda aplicar un fuerte chorro de agua o con un jabón insecticida botánico.
Asimismo, se puede utilizar una cubierta flotante para hileras a fin de protegerla de escarabajos y orugas.
En cuanto a las enfermedades, las más habituales son:
- Oídio, que es un hongo, que vive adentro del tejido de la planta.
- Roya, parásito con aspecto de polvo amarillento que se cría en las plantas, afectando su desarrollo.
- Mancha de la hoja, área necrótica redondeada, que aparece en las hojas de muchas especies de plantas,
- Antracnosis, enfermedad propia de climas húmedos y calurosos, ocasionada por los géneros de hongos Colletotrichum, Gloeosporium.
- Cancro del tallo, enfermedad que produce el hongo Diaporthe phaseolorum, el cual puede causar la muerte de la planta.
Para evitar las enfermedades de las raíces y del follaje, como la roya, hay que reducir el tamaño de los macizos o agrupaciones de la planta para asegurar una buena circulación del aire entre ellas.